El perseguidor, de Cortázar, entre la figuración de la vanguardia y la emergencia de una nueva subjetividad
Palabras clave:
El perseguidor, Cortázar, Che Guevara, Hombre Nuevo, vanguardia, Nueva IzquierdaResumen
El perseguidor (1959) supuso un quiebre en la obra de Cortázar con respecto a su producción anterior. En ese relato se llevaba a cabo una representación sistemática del creador que, por una parte, proponía una ideología artística nítidamente vanguardista, basada en la exploración y la experimentación formal y, por otra, aludía a un nuevo tipo de subjetividad, basada en la liberación de las represiones sociales y en una forma diferente de estar en el mundo. Esa dos líneas de argumentación serían las que, en los años siguientes, Cortázar iba a articular en sus discursos públicos, interviniendo a través de ellas en los debates sobre la función del intelectual en América Latina y sobre el rol de la literatura en los proyectos revolucionarios.